La planta de Pirelli en Merlo atraviesa un momento delicado. Esta semana, la empresa anunció la reducción al 50% de uno de los tres grupos de trabajo que aún permanecían activos, medida que afectará a 150 empleados. Desde la llegada de Javier Milei al Gobierno en diciembre de 2023, entre despidos y retiros voluntarios, 780 trabajadores han perdido sus puestos en la fábrica.
Según informó el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático (SUTNA), la decisión responde a la caída de la demanda interna y al ingreso de neumáticos importados desde China y Brasil, favorecidos por la reducción de aranceles. La empresa también analiza la posibilidad de tercerizar algunos sectores, como “Producto Terminado” y “Recuperado de Scrap”, que emplean a unas 60 personas.
En abril de este año, Pirelli había eliminado completamente uno de los grupos de trabajo, y la actual reducción implica otro grupo, consolidando la serie de ajustes que impactan sobre la plantilla. Aun así, la planta mantiene una producción mínima de alrededor de 7.000 unidades diarias, insuficiente para sostener la demanda local.
Representantes de Pirelli, junto con otras empresas del sector como Bridgestone y Fate, señalaron ante la Secretaría de Trabajo de la Nación que la industria atraviesa una crisis estructural que pone en riesgo su continuidad.
Desde el sindicato enfatizan la necesidad de proteger los puestos de trabajo y acompañar a los empleados afectados, mientras reclaman políticas que fortalezcan la producción local frente a la competencia internacional y la apertura de importaciones.
El panorama refleja un desafío no solo para Pirelli, sino para toda la industria del neumático en Argentina, que enfrenta niveles de producción históricamente bajos y costos internos superiores a los internacionales.