

Vecinos de la zona protagonizaron una violenta protesta frente al edificio de la Municipalidad de Moreno en reclamo por el asesinato de Lucas Nahuel Aguilar, un joven delivery de 20 años que fue apuñalado mientras defendía a un vendedor ambulante durante una pelea. Al menos 15 personas fueron detenidas tras los incidentes.
El hecho comenzó en la mañana, cuando un grupo de repartidores, varios compañeros de la víctima, y vecinos se concentraron en la Plaza Mariano Moreno para exigir justicia y demandar medidas contra los robos en la zona. Aunque el crimen de Lucas no parece estar relacionado con un hecho de inseguridad, la protesta reflejó el creciente malestar por la violencia en el lugar.
Para proteger la sede municipal, se dispuso un cordón de policías de Infantería, pero la furia de los manifestantes creció rápidamente. Algunos incluso treparon la fachada del edificio y rompieron vidrios con las manos. Además de lanzar piedras, los protestantes arrojaron neumáticos y conos contra los efectivos. La tensión aumentó y los policías respondieron con balas de goma para dispersar a la multitud. La situación se volvió tan caótica que incluso comenzaron a registrarse peleas entre los propios manifestantes, lo que llevó a las autoridades a realizar varias detenciones.
Ismael Castro, secretario de Seguridad de Moreno, declaró que la situación ya estaba controlada y confirmó las detenciones. "Hubo muchas agresiones a los policías", comentó en una entrevista con el canal TN, y reconoció que aunque se están tomando medidas contra la delincuencia, la violencia parece estar en aumento.
"Lo que estamos viendo es una ola creciente de violencia, conflictos personales que antes no derivaban en homicidios, y ahora sí lo están haciendo", explicó Castro. También señaló que esta escalada de violencia es una problemática que afecta a todo el país, y subrayó la importancia de continuar trabajando con la Policía Bonaerense para reforzar la seguridad y combatir el crimen.
Respecto al crimen de Lucas, Castro aclaró que no fue un robo, y definió al agresor como un delincuente "sin ninguna contemplación por la vida". Finalmente, destacó el compromiso de la víctima, que intentó proteger a un inocente en medio de un conflicto.