En José C. Paz, más de 40 intendentes peronistas se reunieron ayer, convocados por el jefe comunal Mario Ishii, para discutir el escenario político y electoral de la provincia de Buenos Aires, en la previa del congreso del PJ en Merlo y el cierre de alianzas del 9 de julio. El eje central fue el rechazo mayoritario al desdoblamiento electoral decidido por el gobernador Axel Kicillof, una medida que reavivó tensiones internas, especialmente entre los alineados con Cristina Kirchner.

El encuentro contó con figuras de peso como Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Mayra Mendoza (Quilmes), Federico Áchaval (Pilar) y Gustavo Menéndez (Merlo), además de representantes del Frente Renovador de Sergio Massa, como Javier Gastón (Chascomús), y del Movimiento Derecho al Futuro. Sin embargo, las diferencias fueron evidentes: mientras Áchaval defendió el desdoblamiento, la mayoría, liderada por el cristinismo, lo cuestionó duramente. Un intendente de la Tercera Sección sentenció que priorizar la interna sobre derrotar a Milei es un error estratégico.

La ausencia de referentes de la cúpula, como Kicillof, Máximo Kirchner o Massa, marcó el tono del cónclave, centrado en los intendentes. Además del desdoblamiento, se abordó la preocupación por la caída de recursos nacionales y provinciales, que impacta en la gestión municipal. También surgieron críticas al ministro de Gobierno, Carlos Bianco, por exigir apoyo incondicional al Ejecutivo provincial, y rumores sobre un posible reemplazo de Alberto Sileoni por Flavia Zulema Terigi en el Ministerio de Educación.

La reunión reflejó un peronismo que busca mostrarse unido, pero con fracturas visibles. Las decisiones del congreso del PJ y las negociaciones próximas serán clave para definir el rumbo del espacio en un contexto electoral decisivo.